Hoy, os explicaremos en profundidad en qué consiste el despido improcedente. En La Ayuda Digital no solo ofrecemos soluciones digitales para empresas y autónomos, sino que también nos dedicamos a resolver dudas generales para el empleador y los trabajadores. Por eso, hemos creado una serie de post sobre información relevante. Lee nuestro post anterior sobre el contrato fijo discontinuo, para que tanto empleadores como trabajadores podáis disfrutar de los beneficios de este tipo de contrato.
A continuación os explicaremos en detalle cómo funciona el despido improcedente y el despido disciplinario. Recordad que si tenéis más dudas sobre estos u otros temas, podéis escribirnos.
¿Qué es el despido improcedente?
El despido improcedente es una terminación laboral en la que el empleador decide prescindir de los servicios de un trabajador sin justificación válida o sin seguir los procedimientos legales establecidos. En otras palabras, el despido se considera improcedente cuando no se pueden demostrar motivos claros y legítimos para la terminación del contrato de trabajo. O cuando no se respetan los derechos y garantías del trabajador durante el proceso de despido.
Este tipo de despido puede tener diversas implicaciones legales y económicas tanto para el empleador como para el trabajador. Por un lado, el trabajador por despido improcedente puede tener derecho a una indemnización o a ser reinstalado en su puesto de trabajo si el despido se declara improcedente por parte de las autoridades competentes. Por otro lado, el empleador puede enfrentar sanciones económicas y legales por no cumplir con los requisitos establecidos en la legislación laboral.
Ejemplo:
Imagina a Juan, un trabajador que lleva varios años desempeñándose como administrativo en una empresa. Un día, sin previo aviso ni explicación, el empleador decide despedir a Juan argumentando una supuesta reducción de personal. Sin embargo, Juan sospecha que el verdadero motivo podría ser su afiliación sindical, ya que recientemente había estado involucrado en actividades sindicales dentro de la empresa.
Ante este despido abrupto y sin justificación clara, Juan decide impugnar la decisión ante las autoridades laborales. Después de un proceso de investigación, se determina que el despido de Juan fue improcedente. Como resultado, Juan tiene derecho a ser reinstalado en su puesto de trabajo o a recibir una indemnización por despido improcedente, mientras que la empresa podría enfrentar multas y sanciones por su actuación.
En esta situación, queda claro que la situación de Juan se considera despido improcedente debido a la falta de justificación válida y al incumplimiento de los procedimientos legales establecidos, lo que demuestra la importancia de respetar los derechos laborales y seguir los protocolos adecuados en cualquier proceso de terminación de contrato.
¿Qué es el despido disciplinario?
El despido disciplinario es una forma de terminación del contrato de trabajo en la que el empleador decide despedir a un empleado debido a una conducta o incumplimiento grave por parte del trabajador, que va en contra de las normas de la empresa o del contrato laboral. Este tipo de despido se lleva a cabo como resultado de una falta grave cometida por el trabajador, como el incumplimiento reiterado de sus obligaciones laborales, conducta indebida, falta de ética o comportamiento que afecta negativamente al ambiente laboral.
Situación de ejemplo de despido disciplinario:
María es una empleada en una tienda de ropa conocida. Durante varios meses, María ha estado llegando tarde al trabajo de manera constante y ha faltado a varias reuniones importantes sin previo aviso. Además, ha sido sorprendida varias veces utilizando su teléfono celular durante el horario laboral, lo que afecta su desempeño en el servicio al cliente. A pesar de las advertencias y recordatorios por parte de su supervisor, María continúa con su comportamiento descuidado y poco profesional.
Ante esta situación, el empleador decide tomar medidas y procede con un despido disciplinario. Se reúne con María para explicarle que su comportamiento viola las políticas de la empresa y afecta negativamente la operación del negocio. A pesar de los intentos de corregir su conducta, María no muestra signos de mejora ni muestra disposición para cambiar su actitud. Por lo tanto, el empleador decide terminar su contrato de trabajo debido a su comportamiento persistente y perjudicial para la empresa.
Con estos dos ejemplos anteriores quedan claro los derechos y deberes del empleador y del trabajador. Es importante estar al tanto de los derechos de ambas partes. Os invitamos a leer nuestro último post sobre días naturales y días hábiles. Mantenerse informado es la clave para una empresa de éxito. Lee también sobre las recientes modificaciones del bono digital y lleva tu empresa al siguiente nivel 🚀